Aprovecho un día tan especial como hoy para inaugurar mi blog.
Hoy hace un año, el día 9 de julio de 2006, Ratzinger estaba en Valencia ofreciendo una misa en el marco del V Encuentro mundial de las familias. Las familias. Que ironía. ¿Qué familias?. Las nuestras desde luego no.
Se trataba de algo insultante para la mayor parte de la sociedad porque no estábamos representados en un acto multimillonario pagado con los impuestos de todas y todos, creyentes y no creyentes. En la línea de este gobierno valenciano que controla nuestro dinero a través de nuestros impuestos, no nos preguntaron y además se presentaban orgullosos en nombre de la ciudadanía de tener en nuestra ciudad a uno de los mayores integristas del mundo.
Núria y yo, Jose y Sergi, quisimos mostrar nuestra indignación y rechazo con un acto de amor, de felicidad, acompañados de nuestras amigas, amigos, familias, aliados y aliadas para decir que existen otros modelos de familia. Inicialmente pretendimos que más parejas se unieran a esta locura, pero ya no quedan tantos locos.
Y nos casamos nosotros cuatro. Jose con Sergi, Núria conmigo. Trataron de impedirlo hasta el último momento, nada podía empañar la tan esperada visita de Ratzinger. Una de las excusas, que no habían dotaciones policiales disponibles. Pero no queríamos policía, nos queríamos casar, hacer uso de un derecho que tanto nos había costado conseguir.
Lo conseguimos, no podía ser de otra manera. Pero no cómo y dónde queríamos. Al final fue en un casal de falla, alquilado tres días antes porque perseguían nuestras gestiones para denegar uno por uno cada sitio solicitado, incluso habiendo realizado las gestiones pertinentes. El sitio elegida era un instituto público y a la Consellería de Educación no le pareció bien a pesar de estar aprobado por mayoría en Consejo Escolar como marca el procedimiento. Las gestiones del Director del Instituto no consiguieron contrarestar esa marea de intransigencia que pretendía vulnerar nuestros derechos.
La organización de la boda fue dura, estresante, a veces humillante por el trato recibido por la administración pública pero lo positivo lo supera con creces.
Nuestras familias estaban a nuestro lado compartiendo nuestra felicidad, especialmente mi madre, que estaba muy enferma, pudo vivir mi boda. Los amigos y amigas. Los compañeros y compañeras de lucha, de partidos políticos, sindicatos, organizaciones sociales. Los medios de comunicación, locales, nacionales e incluso internacionales que dieron eco al mundo entero del acto. El casal rebosaba alegría, felicidad y emotividad ante la intolerancia, el fanatismo y la exclusión que se vivía a esa misma hora en el cauce del río. La humildad frente al derroche.
Al fin y al cabo se trataba de nuestra boda y hoy celebraremos el aniversario junto a un pequeño grupo de amigos y amigas y nuestras familias en casa de Mamen. Si viviéramos en un mundo plural de verdad y tolerante, no tendría mayor interés.
Hoy hace un año, el día 9 de julio de 2006, Ratzinger estaba en Valencia ofreciendo una misa en el marco del V Encuentro mundial de las familias. Las familias. Que ironía. ¿Qué familias?. Las nuestras desde luego no.
Se trataba de algo insultante para la mayor parte de la sociedad porque no estábamos representados en un acto multimillonario pagado con los impuestos de todas y todos, creyentes y no creyentes. En la línea de este gobierno valenciano que controla nuestro dinero a través de nuestros impuestos, no nos preguntaron y además se presentaban orgullosos en nombre de la ciudadanía de tener en nuestra ciudad a uno de los mayores integristas del mundo.
Núria y yo, Jose y Sergi, quisimos mostrar nuestra indignación y rechazo con un acto de amor, de felicidad, acompañados de nuestras amigas, amigos, familias, aliados y aliadas para decir que existen otros modelos de familia. Inicialmente pretendimos que más parejas se unieran a esta locura, pero ya no quedan tantos locos.
Y nos casamos nosotros cuatro. Jose con Sergi, Núria conmigo. Trataron de impedirlo hasta el último momento, nada podía empañar la tan esperada visita de Ratzinger. Una de las excusas, que no habían dotaciones policiales disponibles. Pero no queríamos policía, nos queríamos casar, hacer uso de un derecho que tanto nos había costado conseguir.
Lo conseguimos, no podía ser de otra manera. Pero no cómo y dónde queríamos. Al final fue en un casal de falla, alquilado tres días antes porque perseguían nuestras gestiones para denegar uno por uno cada sitio solicitado, incluso habiendo realizado las gestiones pertinentes. El sitio elegida era un instituto público y a la Consellería de Educación no le pareció bien a pesar de estar aprobado por mayoría en Consejo Escolar como marca el procedimiento. Las gestiones del Director del Instituto no consiguieron contrarestar esa marea de intransigencia que pretendía vulnerar nuestros derechos.
La organización de la boda fue dura, estresante, a veces humillante por el trato recibido por la administración pública pero lo positivo lo supera con creces.
Nuestras familias estaban a nuestro lado compartiendo nuestra felicidad, especialmente mi madre, que estaba muy enferma, pudo vivir mi boda. Los amigos y amigas. Los compañeros y compañeras de lucha, de partidos políticos, sindicatos, organizaciones sociales. Los medios de comunicación, locales, nacionales e incluso internacionales que dieron eco al mundo entero del acto. El casal rebosaba alegría, felicidad y emotividad ante la intolerancia, el fanatismo y la exclusión que se vivía a esa misma hora en el cauce del río. La humildad frente al derroche.
Al fin y al cabo se trataba de nuestra boda y hoy celebraremos el aniversario junto a un pequeño grupo de amigos y amigas y nuestras familias en casa de Mamen. Si viviéramos en un mundo plural de verdad y tolerante, no tendría mayor interés.
5 comentarios:
Hola Luisa y Nuria, quisiera felicitaros por vuestro aniversario. Ya me hubiera gustado asistir a esa preciosa boda, que he podido disfrutar a trocitos a través del documental que pudimos ver no hace mucho en El Octubre. Pero el tiempo hizo que nos conociéramos unos meses más tarde.
Gracias por compartir estas experiencias. Es un placer conoceros y poder trabajar juntos, en la lucha constante por los derechos y libertades inherentes a todo ser humano.
Besotes
Muchas gracias Alberto, para mi también es un placer trabajar con cada uno y cada una de vosotras. Sin el equipo que formamos, nada sería posible.
Besos
Encara que siga amb una miqueta de retard, moltes felicitats. Va ser molt important el que vau fer: una lliçó per a tots els valencians i les valencianes, homos o heteros. Per molts anys.
Felicidades, Luisa :)
ES maravilloso hacer de momentos tan especiales como una boda una oportunidad de lucha. Es el mayor sentido que se le puede dar a la union por amor de dos personas
bravoo :)
Enhorabuena! Aunque os casasteis un día en que habían muchas bodas valencia.
Publicar un comentario