jueves, 4 de julio de 2019

Entrevista en À Punt

Con motivo del orgullo, Clara Castelló  me entrevista en el programa El Matí de À Punt.
Puedes verla en el siguiente enlace:
https://apuntmedia.es/va/a-la-carta/programes/vist-en-tv/el-mati-a-punt/entrevistem-luisa-notario

miércoles, 26 de junio de 2019

La visibilidad lésbica, una prioridad pendiente

A escasos dos días de la celebración del Orgullo LGTB, que este año se centra en la reivindicación de la dignidad y los derechos de las personas mayores y la recuperación de la memoria histórica, comparto un artículo de opinión que publiqué con motivo de la celebración del día de la visibilidad lésbica el 26 de abril.

El 26 de abril de 2008 conmemoramos, por primera vez, el Día de la Visibilidad Lésbica como propuesta de las entidades LGTB reunidas en los Encuentros Estatales celebrados en Gandía. Era el momento de demostrar que podíamos vivir y expresar libremente lo que somos y sentimos, de manifestar que las mujeres lesbianas también somos una parte importante de esta sociedad y desde entonces, cada 26 de abril, nos visibilizamos para continuar reclamando el espacio púbico que aún no es nuestro, a pesar de los años.
Desde la premisa básica del feminismo, “Lo que no se nombra, no existe”, las reivindicaciones y la realidad de las mujeres lesbianas han estado históricamente en un segundo plano, si no han sido invisibles. En una sociedad patriarcal, en la que la presunción de heterosexualidad aún está profundamente arraigada, la visibilidad de las mujeres lesbianas es una carrera de fondo que nos obliga a “salir del armario” cada día para desmontar ese imaginario colectivo que nos encorseta en una realidad que no es la nuestra.
Ser visible no significa hacer público con quién compartimos nuestra sexualidad. Hacer visible nuestra orientación sexual y reivindicarnos como mujeres lesbianas significa poder vivir con libertad y de manera plena en todas las esferas de nuestra vida. Significa poder hablar con naturalidad de nuestra pareja mujer y nuestra familia con las compañeras de trabajo, los amigos o en las celebraciones familiares. Poder caminar tranquilamente por la calle cogidas de la mano, o darnos un abrazo en un sitio público sin poner en peligro nuestra integridad física. Significa compartir fotos de viajes, celebraciones o simplemente de un beso frente al mar en las redes sociales. Significa poder compartir todo eso que nos hace felices o infelices, como el resto.
Pero llegará un día en el que solo será una conversación más, una foto más, una pareja más o una familia más y acudiremos a los centros de salud donde los protocolos de atención sanitaria, especialmente los ginecológicos, incluirán nuestras especificidades. Acompañaremos a nuestras hijas e hijos al parque, al médico, al colegio o a una fiesta de cumpleaños sin que nos pregunten quién es la verdadera madre y podremos garantizar sus derechos estando casadas, o no. Algún día, nuestras jóvenes podrán hablar de esa chica que les gusta en sus institutos con sus amigas y amigos sin que les insulten o agredan, y no se sentirán como un bicho raro porque verán de manera habitual a otras mujeres lesbianas en el mundo del deporte, las artes, la política, la ciencia o en el edificio donde viven. Mujeres diversas, jóvenes o mayores, con pluma o sin ella, transexuales o cis, que acabarán con los estereotipos que la sociedad aún tiene sobre nosotras. Ese día, en las residencias de mayores nos tratarán con la dignidad que merecemos y podremos compartir felizmente con nuestra pareja los últimos años de nuestra vida. Dejaremos de convertirnos en un objeto sexual pornográfico para los hombres heterosexuales y podremos mostrar con total libertad nuestra afectividad en público sin recibir insultos, comentarios sexistas o agresiones, dejando de formar parte de ese porcentaje de personas agredidas en los informes de delitos de odio. Porque, algún día, nosotras también formaremos parte de los libros de historia del movimiento feminista y el movimiento LGTB como parte activa en su lucha.
Tenemos derecho a no ocultarnos, a no sentir miedo, a ser ciudadanas de pleno derecho, a mostrarnos como somos y a ser felices. A amar y desear con libertad, a no tener que renunciar a quienes somos por miedo a ser despedidas, rechazadas, discriminadas, insultadas o repudiadas. Nuestros derechos no pueden ser moneda de cambio y deseamos vivir en una sociedad que nos incluya y nos reconozca en nuestra pluralidad, así como unas instituciones que nos representen.
La situación política y social nos obliga todavía a tener que visibilizarnos para que se hable de nosotras y se nos tenga en cuenta. Por eso es fundamental que reivindiquemos la visibilidad de las mujeres lesbianas en todos los ámbitos -en la calle, en las redes sociales, donde trabajamos o estudiamos…- y hacerlo cada día y, en especial, hoy y el próximo domingo. Convertir en visible nuestra realidad, nuestro día a día, es también necesario a través de las urnas. Para que las mujeres lesbianas podamos seguir avanzando imparables en la conquista de lo que es nuestro ningún voto tiene que quedarse en casa. Nuestra lucha necesita un voto consciente, por nuestros derechos y con orgullo.

lunes, 25 de febrero de 2019

Entre fogones y platós

Os dejo un artículo de opinión que me publica Valencia Extra.

A escasos meses de la próxima convocatoria electoral en la que la ciudadanía elegirá a sus representantes municipales, autonómicos y europeos en las instituciones, los partidos políticos se encuentran en el proceso de confeccionar las distintas listas con sus candidatas y candidatos.
Algunos partidos buscan entre fogones y platós a quienes consideran que pueden ser buenos reclamos electorales, otros presentan una lista a su militancia en la que les animan a votar pero, en letra pequeña, un aviso a navegantes diciendo que no es vinculante y cocinarán – perdón… ordenarán – la lista como consideren. Otras opciones son procesos de primarias descafeinados en los que se elige al cabeza de lista entre la militancia, una opción más democrática que un dedazo desde Madrid eligiendo a su candidata, que a su vez, empieza a colocar al resto de la lista con el suyo. Su dedo, quiero decir.
En todo este baile de candidatos y candidatas para conformar las listas que se presentarán en las próximas elecciones, solo Compromís realiza un proceso de primarias abierto a todos los ciudadanos y ciudadanas mayores de 16 años que pueden votar para diseñar las listas. Un proceso radicalmente democrático que dio comienzo el pasado 9 de febrero y que finalizará los días 6, 7 y 8 con las votaciones telemáticas y el 9 de marzo con la votación presencial. Un ejercicio de tecnología política punta que, hasta ahora, ninguna otra fuerza política se ha atrevido a imitar.
Bajo el mismo objetivo común de consolidar los cambios logrados durante los mandatos del Govern de la Nau y el Govern del Botànic, personas con perfiles diversos y de ámbitos políticos, sociales y profesionales diferentes, concurrimos a este proceso #AmbValentia poniéndonos en manos de la valoración y el criterio de la ciudadanía, que será la verdadera protagonista al ejercer el poder de decidir las personas que representarán a Compromís en los distintos ayuntamientos, les Corts Valencianes y Europa.
El proyecto plural que presenta Compromís a la sociedad desde el progresismo, el ecologismo y el feminismo es el reflejo de la diversidad que conforma la sociedad transformadora y de izquierdas que presentará en las próximas elecciones municipales autonómicas y europeas unas listas decididas por los votos de la ciudadanía, desde la persona que encabeza la lista hasta el último, sin elecciones entre listas, ni dedazos o escuchas sordas a la ciudadanía, sin trampas ni cartón.
Si quieres decidir qué personas conformarán las listas de Compromís, solo tienes que inscribirte en la web https://primaries.compromis.net/, solo te costará un minuto.
Tu voto es tu fuerza. Te esperamos!

Luisa Notario,
assessora del Grup Municipal Compromís en l’Ajuntament de València
@LuisaNotario

https://valenciaextra.com/es/entre-fogones-y-platos/

domingo, 10 de febrero de 2019

M'ajudes a continuar #TransformantValència?


Des de la vorera d’enfront i envolta en la bandera de l’Arc Iris, fa uns anys vaig donar el pas de portar les polítiques socials que sempre he defensat a les institucions que ens havien de representar a totes i tots, per continuar treballant per la igualtat, especialment la de les dones i la de lesbianes, gais, transsexuals i bisexuals coordinant des d’aleshores les polítiques LGTB de Compromís.

La meua tarjeta de presentació inclou indissolublement el fet de ser lesbiana, dona, feminista, progresista i mare, trets identitaris que em fan lluitar cada dia per una societat igualitària, respectuosa amb la diversitat i justa. Al llarg del temps, he traslladat la meua vida privada a l’esfera pública com una eina per acabar amb l’estigmatizació que encara patim i la invisibilitat que ens envolta, especialment les dones lesbianes, que encara continuem sense representació en molts ámbits de la societat, incloent la política. 

Presente la meua candidatura per conformar la llista que Compromís per València presentarà a les eleccions de maig, i ho faig amb la mateixa il·lusió i responsabilitat que fa quatre anys però amb l’experiència que m’ha donat formar part estos anys del Grup Municipal en l’Ajuntament de València treballant junt a Sergi Campillo per al govern del canvi liderat per Joan Ribó.

En 2015 la ciutadania va dir prou, i arribàrem a un ajuntament degradat que havia patit molts anys el desgovern corrupte d’un partit que havia sumit en la foscor la institució i la ciutat. Una ciutat on s’havia instal·lat el desànim, la resignació i l’apatia de vore uns governants completament allunyats de les necessitats bàsiques dels seus veïns i veïnes, governant sols per als seus i sense cap interlocució amb els moviments socials. Sense cap diàleg amb la ciutadania.  

#AmbValentia hem liderat i, per tant, hem sigut la garantía, d’un projecte plural, divers, on el diàleg ha sigut clau per ressituar la institució al costat de les persones, apostant per la sostenibilitat, la dinamització del comerç local i els productes de proximitat i de la nostra horta, una ciutat verda, habitable i més respectuosa amb el medi ambient, polítiques socials per rescatar moltes persones oblidades tants anys, una València saludable i inclusiva, que reconeix la diversitat com un valor, oferint les mateixes oportunitats per a totes i tots. Una ciutat plena de colors i matissos, plena de felicitat i dignitat.

Amb una gestió transparent, responsable i eficaç dels recursos públics estem #TransformantValència, millorant la qualitat de vida dels nostres veïns i veïnes. Amb la teua confiança hem fet molt però tenim encara molts reptes per davant per aconseguir la València que volem i mereixem, consolidant el projecte de recuperació de la nostra ciutat. Vull continuar treballant per ella, per tu, per totes les persones dels nostres pobles i barris, i et demane la teua confiança per fer-ho. M’ajudes?       Apunta't en https://primaries.compromis.net/ 





domingo, 13 de enero de 2019

Recuperando las estrellas del cielo de València

Vos deixe l'article d'opinió que vaig publicar en València Extra


Ser líder en contaminación lumínica ha sido un lastre más para la ciudad de València durante muchos años. El estudio Contaminación lumínica en España, que realizó el departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid en 2009, concluía que España era el primer país de la Unión Europea con mayor consumo medio por farola y València, la ciudad que más despilfarraba en España. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el concejal responsable de alumbrado del anterior equipo de gobierno del PP, se atrevió incluso a manifestar que no es que València tuviera un exceso de luz, sino que las otras ciudades estaban a oscuras. Tirando de refranero, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

La contaminación lumínica provocada por una incorrecta iluminación artificial es uno más de los problemas ambientales que afecta, no solo a las arcas municipales por el derroche energético, sino al equilibrio de la biodiversidad e incluso al descanso nocturno por la luz invasiva que entra por las ventanas de nuestras viviendas. No hay argumento que justifique vivir en una ciudad que tiene calles y avenidas que parecen pistas de aterrizaje, porque las calles no pueden estar igual de iluminadas de día que de noche. La contaminación lumínica de las ciudades nos ha robado la posibilidad de contemplar toda la belleza que nos ofrece el cielo nocturno.

Iluminar adecuadamente y de manera eficiente implica evitar la emisión de luz a la atmósfera y dirigirla estrictamente hacia el suelo, que es donde necesitamos ver. No se trata de disminuir la visibilidad nocturna, ni la seguridad – no existen estudios concluyentes que vinculen una mayor iluminación con una disminución de la actividad delictiva – , sino emplear la cantidad de luz necesaria para conseguir mayor calidad de vida para las vecinas y vecinos, proteger el medio nocturno y un gasto responsable de energía y dinero.

El equipo de gobierno liderado por Joan Ribó inició en 2015 un camino hacia la sostenibilidad energética, que ha supuesto poner en marcha una serie de medidas con el objetivo de reducir las emisiones de luz hacia el hemisferio superior, desarrollando políticas de alumbrado más eficientes para reducir la contaminación lumínica.

En menos de cuatro años València habrá cambiado más del 50% del parque lumínico compuesto por 107.000 puntos de luz con un coste superior a 14 millones de euros para conseguir hacer de València una ciudad más eficiente, obteniendo un importante ahorro económico y avanzando decididamente en el camino de la sostenibilidad y en la lucha contra el cambio climático.

En todas las inversiones en alumbrado público, se priorizan los distritos, barrios y calles en los que el equipo de gobierno anterior del PP llevaba muchos años sin invertir y que ha supuesto tener unas instalaciones obsoletas y altamente contaminantes. Una de las pocas inversiones que el PP realizó en los últimos años fue en 2013 instalando las famosas Leds de Rus en algunos barrios como Ciutat Vella o Russafa.

La sociedad, de la mano de las administraciones públicas, tenemos la responsabilidad de realizar acciones encaminadas a paliar el cambio climático y en el Ayuntamiento de València tenemos un compromiso firme.

Luisa Notario,
Assessora del Grup Municipal Compromís en l’Ajuntament de València

https://valenciaextra.com/es/recuperando-las-estrellas-del-cielo-de-valencia/